«La cerveza es la causa y la solución de todos los problemas» .- Homer Simpson
«Cuando leí todos los problemas de salud ocasionados por el alcohol, dejé de leer» .- Henny Youngman
Supongo que debería haber escrito este post antes de Navidad, dándote el conocimiento necesario para salir mejor parado de los excesos alcohólicos típicos de estas celebraciones. Sin embargo, creo que estaba demasiado ocupado con mis propios excesos como para escribir nada coherente, así que lo he postergado hasta ahora esperando no hacerte sentir muy culpable por el daño infligido a tu cuerpo durante estas semanas.
Por otra parte, las buenas noticias son que el alcohol (si lo sabes elegir y lo tomas con moderación) no es tan destructivo para tu salud como algunos creen.
Quiero dejar claro que no estoy promoviendo el consumo de alcohol pero, siendo realistas, es algo que vas (vamos) a tomar de vez en cuando, por ejemplo para celebrar el logro de tus objetivos este nuevo año (y ojalá que estén relacionados con la mejora de tu estado físico). Por eso creo que es importante que tengas la información necesaria para no sólo minimizar el daño del alcohol a tu cuerpo, sino también aprovechar los aspectos positivos que tiene.
Un consumo moderado de alcohol (entendiendo por moderado 1-2 copas de vino) puede tener beneficios sobre el sistema cardiovascular, reduciendo la coagulación de la sangre y disminuyendo las formaciones de trombos, logrando también reducir los problemas de ateroesclerosis (endurecimiento y estrechamiento de las arterias). El contenido de polifenoles de varias bebidas alcohólicas actúan también de antioxidante, reduciendo los efectos de los radicales libres (ligados con el envejecimiento).
Pero no podemos ignorar su lado malo. Para empezar, el alcohol puro aporta 7 calorías por gramo, casi el doble que los hidratos de carbono o las proteínas (4 calorías por gramo) y casi tantas como la grasa (9 calorías por gramo), pero al contrario que las grasas (o hidratos de carbono o proteínas) no aporta ningún nutriente, por eso se les denomina ‘calorías vacías’. Además, el cuerpo procesa el alcohol como energía antes que el glucógeno o la grasa almacenada, por lo que no vas a quemar mucha grasa si tu consumo de alcohol es alto.
Por tanto, si tu objetivo es perder peso, debes ser muy moderado con el alcohol, pero todavía puedes disfrutar un trago de vez en cuando sin sentirte culpable. Revisemos mis recomendaciones.
En resumen, Jesucristo sabía escoger su bebida.
Como principal inconveniente de estas bebidas es su alta graduación, ya que tienen un porcentaje de alcohol muy elevado (más del 35%), por lo que deben tomarse en pequeñas dosis.
Fuera de la lista
Las bebidas que sin duda debes evitar son aquellas preparadas con azúcar (muchos cocktails) y desde luego las típicas copas donde se mezcla alcohol con refrescos / bebidas azucaradas (coca-cola, red-bull, 7up…). En estos casos estás duplicando (o más) el número de calorías consumidas y reduciendo los compuestos potencialmente beneficiosos de las bebidas alcoholicas tradicionales.
Y si te pasas, lee estas recomendaciones contra la resaca.
Advertencia
Solo por aclarar una vez más, un exceso de alcohol perjudica seriamente la salud, y la dosis que en los estudios se asocia con menor mortalidad es relativamente pequeña (1-2 copas diarias). No te excedas.